NUESTROS HIJOS PERFECTOS
El tener hijos más inquietos o tranquilos, revoltosos, desatentos, poco generosos… ¿es cuestión del tipo de padres?, es decir, si unos padres tienen conocimientos en crianza, ¿eso significa y conlleva tener hijos perfectos?
El hecho de saber manejar la conducta de un niño, tener opciones y estrategias hace que nuestros hijos ¿sean tranquilos, generosos respetuosos, empáticos…? NO. ¿Sabéis por qué? Porque los niños tendrán comportamientos inadecuados siempre y en algún momento, porque cuando están con otros niños tendrán comportamientos egoístas o impulsivos en algún momento, y esto es algo que debemos de esperar como algo normal, no tengamos expectativas idílicas, sepamos que los niños son niños y tienen comportamientos indebidos en muchos momentos, y esperando esto será como el adulto no se frustre innecesariamente y a continuación pueda actuar enseñando buenas habilidades y opciones asertivas. Nuestros hijos perfectos
Todas las personas con conocimientos en crianza se enfrentan a diario con conductas desapropiadas de sus hijos, es decir, no creas que tenemos hijos que se comportan bien y en todo momento, mis hijos son como los tuyos, la única diferencia es que yo tengo estrategias para entenderlo, ponerme en su lugar, buscar estrategias y crear habilidades en ellos.
Ayer en un taller a familias, al terminar la sesión, una madre me pregunta: “Y tú… ¿tienes dificultades, te enfrentas a estos problemas que te estamos exponiendo?” ¡Claro que sí! mis hijos comenten los mismos errores que los vuestros, no son perfectos, son niños y tienen los mismos comportamientos que los niños de su edad.
Las personas con conocimiento en crianza no tenemos la varita mágica para convertir lo incorrecto en correcto, sino que trabajamos con estrategias empáticas y firmes para construir habilidades y generar aptitudes en el niño.
Así que, aunque nuestros retos sean los mismos, utilizamos estrategias asertivas para construir habilidades en el niño y que ellos aprendan, de esta manera los retos van disminuyendo. Nuestros hijos perfectos
La perfección no existe y menos hablando de niños, pero en tu mano está construir fortalezas donde se presentan debilidades. Nuestros hijos perfectos
IRENE IGLESIAS RUIZ