¿Cómo crear un espacio seguro para la calma?
Es importante primero crear un ambiente de confianza para hablar y sentir.
Un ambiente en el que la persona y, fundamentalmente, la niña o el niño se sientan libres de sentir y de manifestar la emoción.
Un ambiente sin juicios, con respeto y compañía.
En un momento de calma y bienestar se puede presentar opciones para crear un espacio a su gusto, donde poder encontrarse mejor en momentos en los que se sienta muy enfadado/a, nervioso/a, etc.
Algunas preguntas que se le pueden hacer son:
¿Qué juegos te gustan mucho?
¿Te gusta jugar con la plastilina?
¿Dibujar?
¿Agitar esta botella con purpurina?
¿Esta canción?
Depende de la edad tendrá más abanico de respuestas o le podemos ayudar a crear ese espacio.
Una vez creado con esas cosas que le ayudan, que le gustan y decorado como quiera, le podemos poner un nombre. Y así cuando se sienta mal, ella/él puede decir me voy a “mi playa” (por ejemplo).
A este espacio NO se le obliga a ir (si no sería una “silla de pensar” encubierta).
Acudir allí es voluntario.
Y allí no se va a pensar en nada, se va a encontrase mejor, a hacer cosas agradables para volver a recuperar la calma.
Cuando se regresa de este espacio NO hay sermones, hay búsqueda de soluciones, hay abrazo.
Hay AMOR.
Y así este espacio hará su magia y permitirá transitar las emociones y dará la oportunidad a la infancia de conocer, reconocer y transitar las emociones sabiendo que tiene todo el derecho de hacerlo y también que cuando se recupera la calma es cuando se pueden encontrar soluciones más efectivas y respetuosas para sí mismo/a y para las demás personas.
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Pd: el espacio de la calma puede crearse a partir de 4 años.